Bueno, ya hemos avanzado bastante, hasta el punto de que contamos con una promesa de valor y con unas ventajas competitivas que deberían ser de gran utilidad para nuestra estrategia de comunicación, mercadeo, ventas y fidelización. Ahora debemos pensar en cómo vamos a medir nuestra eficacia y eficiencia cuando estemos ejecutando nuestra estrategia.

La idea es que estemos en capacidad de medir y evaluar cada acción que realicemos para poder determinar si nuestra estrategia tiene un impacto en los resultados que perseguimos. Para eso, debemos ser muy precisos a la hora de definir las métricas que necesitamos y que podamos medir de una manera recurrente.

Recuerda que el objetivo no es medirnos con la competencia, sino ser diferentes; en ese orden de ideas, no podríamos utilizar las mismas métricas que otras personas o empresas usan. El verdadero reto consiste en medir la evolución de esas métricas y buscar siempre que nuestro desempeño tienda a mejorar; es decir, debemos hacer mediciones periódicas que nos permitan ver si esta tendencia de mejoramiento continuo se está dando, por lo menos en la mayoría de nuestras métricas.

Cada métrica debe tener una descripción clara; por ejemplo: fortalecer nuestra capacidad de innovación. Hay que definir el indicador que vamos a emplear para saber si estamos cumpliendo; en nuestro ejemplo, el indicador es el siguiente: celebrar una reunión al mes con el equipo de trabajo, en la que cada persona debe proponer mínimo dos ideas para ofrecer un nuevo servicio o mejorar un servicio actual.

Igualmente, es fundamental definir la fuente de verificación de cada métrica, que en nuestro caso serían las actas de estas reuniones. Por último, hay que determinar si se debe dar algún supuesto para que podamos cumplir con esa métrica, que en nuestro ejemplo es mantener al equipo motivado, con el fin de que todos sientan inspiración para llevar a cabo esta actividad mensual.

En la actualidad, existen numerosas herramientas tecnológicas que permiten hacer seguimiento de muchos aspectos que tienen que ver con nuestros proyectos. Por mencionar solamente algunos ejemplos, hay herramientas contables y financieras para definir métricas cuantitativas, o plataformas de CRM para métricas administrativas, comerciales y de mercadeo. Realmente, con la masificación de las plataformas en la nube y de las aplicaciones móviles, las herramientas son casi ilimitadas.