La economía y el valor real de las cosas
En los años ochenta, las marcas de relojes más deseadas por los jóvenes de aquella inolvidable época en mi natal Bucaramanga eran, hasta donde yo recuerdo, Swatch, Casio y Timex. Obviamente, existían otras muy buenas también, como Tag Heuer, Omega, Cartier o Rolex, pero no recuerdo que mi generación le diera tanto valor a la marca. Yo creo que para nosotros el valor de un reloj tenía una relación más directa con su valor intrínseco, o sea, que valorábamos el hecho de que el reloj sirviera no solo para darnos la hora correctamente, sino también como un accesorio que complementaba nuestra vestimenta.